El Carmen, habitado por palomas
 Soy yo otra vez para recordaros el mal estado en el que me encuentro, un rayo de luz que entra por uno de los vanos en los que se posa una paloma me da la esperanza de que algún día volveré a brillar como lo hacia antaño.  Aún me recuerdan con añoranza los estudiantes que aquí vivieron algunos de sus mejores años, su niñez y adolescencia. Fui presente de sus carreras por el patio, las horas interminables de clase esperando a que terminara para poder volver a casa y salir a jugar a la calle. La ilusión del primer día de clase y la tristeza entremezclada con emoción del ultimo.  Ahora solo tengo la compañía de las palomas que revolotean por mis salas, anidan en mi terraza y crían a sus polluelos. He visto nacer y crecer a estas criaturas, salir del nido y volver a mi para criar ya adultos a sus polluelos. Ya me gustaría a mi volver a ver a todos aquellos niños que aquí crecieron y que convertidos en adultos tendrán a sus hijos como ellas con las alas de la educación para l...